El hombre llega al otoño
como a una tierra de nadie:
para morir es muy pronto
y para amar es muy tarde.
Por las torres de Manhattan,
por las torres que cayeron,
llora, llora el primer mundo
mientras explota al tercero.
El hombre llega al otoño
como a una tierra de nadie:
para morir es muy pronto
y para amar es muy tarde.
Por las torres de Manhattan,
por las torres que cayeron,
llora, llora el primer mundo
mientras explota al tercero.