viernes, 11 de enero de 2008

ESTA TARDE

Esta tarde vi a un perro comerse un pajarito. Era un perro de aspecto tristísimo, flaco como la muerte y, sobre todo, desesperado. Ojos de perro apaleado. Por eso, supongo que por eso, no me pareció nada mal que se comiera a un estúpido pájaro. En todo caso, si yo tuviese ojos de perro apaleado, no dudaría a la hora de comerme un perro, cualquier perro, el perro que sea.