sábado, 8 de septiembre de 2007


Movimiento Norte

De políticas culturales y otras yerbas

El movimiento cultural de Resistencia, al igual que el provincial, tiene un desarrollo poco visto en nuestro país. Pero la presencia del Estado en su promoción, protección y desarrollo es reducido. Peor aún en la ciudad de Resistencia, donde casi la totalidad de las políticas públicas culturales las decide el Estado Provincial o la industria del espectáculo.
La Carta Orgánica (art. 51) establece que el Municipio debe asegurar a sus habitantes el acceso y participación en la creación y disfrute de la cultura pluralista y multiétnica. Ordena valorar, promover y proteger todas las actividades creadoras, en especial aquéllas que fortalezcan y consoliden su identidad.
Establece (art. 52) que el Municipio garantizará la preservación, recuperación, acrecentamiento y difusión del patrimonio cultural, el acervo histórico, arqueológico, arquitectónico, museológico, artístico, paisajístico y documental, y fomentará el desarrollo de iniciativas culturales.
Instituye (art. 53) desarrollar políticas tributarias favorables para la instalación de pequeñas y medianas empresas culturales y de estímulo para los creadores y quienes protejan la producción artística.
La actual gestión municipal obvió la existencia de la norma. Es más, obstaculizó la puesta en funcionamiento del FOCUR, una de las mejores iniciativas del Concejo Municipal actual.
Para hacer frente a esto, y lograr un mejor desarrollo de la cultura local habría que desarrollar políticas culturales orientadas a, por ejemplo, “apoyar la cultura de los barrios con actividades que privilegien las posibilidades de vecinas y vecinos, jóvenes y niños, de crear y sostener sus propios hechos culturales. Lo cual no puede hacerse sin estimular las actividades y los lugares comunitarios existentes (bibliotecas públicas y populares, clubes, peñas, grupos de teatro, murga o circo, talleres de ajedrez, grupos de música, talleres literarios, de artesanía, canchas de deportes).
Otra de las ideas que desde el Movimiento Norte se pretenden es jerarquizar el rol de los trabajadores de la cultura popular, como rasgo de identidad de nuestro pueblo, de modo de promover valores de solidaridad, trabajo, igualdad social, libertad e independencia de los poderes económicos dominantes.
Además de crear un Fondo de la Cultura Popular, (y apoyar su creación desde le municipio), para financiar Centros Culturales o Cooperativas de Artistas independientes, donde se promuevan actividades para que los sectores más vulnerables recuperen sus valores culturales y tengan acceso a diferentes bienes culturales, sin barreras sociales o exclusiones. Los criterios de distribución de estos fondos se establecerán con la participación de los artistas. También ayudaria al desarrollo de la cultura de la ciudad la recuperación de espacios históricos como el cine teatro Todaro, el cine teatro Obrero y el Anfiteatro del Parque 2 de Febrero.
La Gestión Municipal debe conectarse con los vecinos y las vecinas, dar cabida a sus inquietudes, valores, conocimientos, historias; definir su participación en la planificación de actividades culturales barriales, en el uso comunitario del tiempo libre y el ocio de jóvenes, adultos, ancianos y niños. La salud, el goce, la creatividad, el placer, la calidad de vida, dependen, en mucho, de la cultura y de las políticas culturales que el Estado debe ocuparse de definir e implementar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no estoy de acuerdo.